Delibes
A Miguel Delibes (Valladolid, 1920-2010) siempre le fascinó la sala oscura, el proyector, las historias que se suceden en una pantalla enorme en la que no dejan de pasar cosas. «Se ha hablado mucho de su pasión por la literatura, por el campo, la caza, los viajes... pero su amor por el cine no es menor», dice Jesús Marchamalo, comisario de 'Más allá de las novelas de Delibes', una exposición que, en la Casa Revilla, explora cómo sus libros se adaptaron al cine (en nueve ocasiones)o saltaron a las tablas del teatro (con cinco versiones). Su relación con el séptimo arte, dice Elisa Delibes, hija del escritor, estaba atravesada por la «fascinación». «Era una auténtica pasión. Toda su vida fue un espectador».
Cuenta la familia que, con seis o siete años, Miguel acudía con sus hermanos a las sesiones infantiles del Teatro-Cine Hispania, en la calle Muro. O que se acercaba hasta el Teatro Pradera, en la plaza de Zorrilla, muy cerquita de su casa, para disfrutar incluso de películas de cine mudo, con el acompañamiento al piano de 'El Ballenilla'.En el Colegio de Lourdes no se perdía los programas dobles del fin de semana, con una película del oeste y otra de humor.
Yese amor por el cine le acompañó hasta sus últimos días. Ya enfermo, hasta 2005, su amigo Paco Heras, propietario de los cines Broadway, preparaba por las mañanas una sala en exclusiva para que Delibes pudiera seguir los estrenos más recientes (como 'Capote' o 'Brokeback mountain').
Ya le fallaba un poco el oído y de vez en cuando reclamaba que subieran el volumen. «El que pasara por la calle hasta tal vez lo escuchaba, de lo alto que estaba», bromea su hija Elisa. Sus preferencias saltaban de 'El sol del membrillo', de Víctor Erice («Me parece una virguería», decía), a 'Los 400 golpes' de Gordard, de 'El padrino' a 'Qué bello es vivir'.
«Podía tolerar filmes de nivel medio, pero lo que no soportaba eran las películas malas con pretensiones», desvela Marchamalo, quien recuerda que buena parte de los gustos cinematográficos de Delibes –le encantaban las cosechas de Hollywood de 1935 a 1950– puede seguirse en la hemeroteca de El Norte de Castilla, donde ejerció como 'comentador' de películas.
No le gustaba la palabra crítica. Esos comentarios los hizo también, claro, por supuesto, de las películas que rodaron con algunos de sus textos. Estaba, cómo no, entusiasmado con 'Los santos inocentes'. Criticó el exceso de desnudos gratuitos que había en 'Retrato de familia' (una versión de 1976, en pleno destape, de 'Mi idolatrado hijo Sisí') y lamentó los «malos diálogos» de 'Una pareja perfecta', inspirada en 'Diario de un jubilado'.
La exposición –que se estrenó en Madrid y ahora llega a Valladolid– muestra carteles, fotogramas, manuscritos, guiones, cartas cruzadas con actores y directores, programas de mano e imágenes de los rodajes de las películas y obras de teatro basadas en los textos de Delibes.
Pero, además, abunda en esa pasión cinéfila que le llevó a participar como extra (recibió diez pesetas y un bocadillo) en 'Mr. Arkadin', película de Orson Welles rodada en Valladolid en la primavera de 1954.
O que le animó a visitar la grabación de 'El Cid', donde el escritor regaló varios de sus libros al actor Charlton Heston, quien le agradeció el presente en una carta expuesta en una de las vitrinas.
O que le impulsó a crear, en 1966, el cine club de El Norte de Castilla, que se estrenó con la proyección de 'Ciudadano Kane'. La Seminci le dedicó un ciclo en 1993, el mismo año en el que le entregó su Espiga de Honor (que también puede verse en la muestra).
'Retrato de familia' Antonio Giménez Rico (1976)
Inspirada en 'Mi idolatrado hijo Sisí', estaba dirigida por Antonio Giménez-Rico e interpretada por Antonio Ferrandis, Amparo Soler Leal, Mónica Randall y Miguel Bosé. Cuenta Elisa Delibes que a su padre nunca le gustó el exceso de escenas eróticas que había en el filme. De hecho, la censura puso muchos problemas a su estreno y en 1975, después de leer el guion, prohibió expresamente que se filmara. Unos meses después, ya muerto Franco, pudo salir adelante (aunque durante el montaje se eliminaron algunas escenas).
Años más tarde, Giménez-Rico envió una carta a Delibes en el que le daba la razón:había demasiados desnudos gratuitos. En la exposición puede verse el guion mecanografiado de José Sámano y Antonio Giménez Rico, con correcciones de Delibes.
«Al principio, mi padre estuvo muy implicado en las adaptaciones, le gustaba dar su opinión. Pero ya con las últimas se desentendió. Vendía los derechos y se olvidaba. Él ya había tenido éxito con la novela y esperaba que también lo tuviera la película, pero nada más», cuenta Elisa Delibes.
'La guerra de papá' Antonio Mercero (1976)
Relectura de Antonio Mercero de 'El príncipe destronado', con Lolo García, Teresa Gimpera, Héctor Alterio y Verónica Forqué. Esta novela, publicada en 1973, había permanecido diez años en un cajón y está inspirada en Adolfo Delibes y su hermana Camino, los dos pequeños de la familia, en sus juegos y ocurrencias. En la exposición pueden verse varias de las cartas que se cruzaron Delibes y Mercero. El escritor le anunciaba desde Sedano una futura visita a Madrid para comer y ver la película juntos. El director le contestaba, en agosto de 1977, anunciándole que la cinta se proyectaría en el festival de San Sebastián.
'Los santos inocentes' Mario Camus (1984)
Es, sin lugar a dudas, la mejor adaptación de una obra de Delibes al cine. Y el escritor estaba encantado con el resultado. Y también con las interpretaciones. Alfredo Landa y Paco Rabal consiguieron el premio en el festival de Cannes, pero Delibes no se olvidaba de resaltar el trabajo de Juan Diego como el señorito Iván.
Durante la escritura del guion, Delibes hizo varios comentarios, en misivas que pueden verse en la Casa Revilla. «Yo suprimiría esta escena, traída por los pelos», dice de la secuencia identificada con el número 50. «Suprimiría esta escena, no es trascendente», apunta respecto a la 55. «¿No sería mejor que el espectador viera la escena entre el perito y su mujer?», sugiere en otro momento.
Delibes se acercó en varias jornadas al rodaje y a partir de ahí acrecentó su amistad con Mario Camus, con quien mantuvo una activa correspondencia. El director escribió al novelista después de que 'Los santos inocentes' se emitiera por primera vez en TVE con éxito de espectadores.«Me han llamado de televisión para decirme que nuestra película había batido el récord de audiencia que tendría el 'Doctor Zhivago' o vete a saber cuál de estas superproducciones.
Creo que esta historia no seguirá dando alegrías», comentaba Camus. La alusión a 'Doctor Zhivago' no parece gratuita, ya que fue el propio Delibes quien se encargó de la revisión literaria de los diálogos traducidos al castellano de esta película de David Lean (1965), protagonizada por Omar Sharif y Julie Christie.
'El disputado voto del señor Cayo' Antonio Giménez-Rico (1986)
Protagonizada por Paco Rabal, Juan Luis Galiardo y Lydia Bosch, supone la adaptación de una novela que, desde su lectura, apasionó a Giménez-Rico. Hay una carta que así lo atestigua. Yen la exposición puede verse también la segunda versión del guion mecanografiada o una misiva en la que el director se alegra del éxito de taquilla de la cinta.
La filmografía inspirada en la obra de Delibes se completa con 'El camino' (Ana Mariscal, 1964), 'El tesoro' (Antonio Mercero, 1988), 'La sombra del ciprés es alargada' (Luis Alcoriza, 1990) –no le gustó nada la segunda parte de la cinta– 'Las ratas' (Antonio Giménez-Rico, 1997) –fue un día al rodaje y volvió decepcionado, «las boinas más que de campesinos parecen del orfeón donostiarra»– y 'Una pareja perfecta' (Francesc Betriú, 1998), cuyos diálogos no gustaron nada a Delibes. Hubo además intentos que nunca se llegaron a concretar. Concha Velasco compró los derechos para llevar al cine 'Cinco horas con Mario' y Pilar Miró lo intentó con 'Señora de rojo sobre fondo gris'.
En 2001, José Luis Cuerda –con la producción de Gerardo Herrero– intentó la adaptación de 'El hereje', con guion que puede verse en la exposición. «Por problemas de financiación se fue demorando, hasta que finalmente se abandonó».
Adaptaciones teatrales Más allá de 'Cinco horas con Mario'
La exposición se fija también en las adaptaciones teatrales de la obra de Miguel Delibes, con un apartado especial para 'Cinco horas con Mario', un clásico de las tablas con la magistral interpertación de Lola Herrera. Hay fotos, cartas y programas de mano de esta obra y de las otras versiones para el teatro de textos de Delibes, como 'La hoja roja', 'Las guerras de nuestros antepasados', 'Señora de rojo sobre fondo gris' y la más reciente, 'Los santos inocentes'.
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