Empleo en la construcción en Castilla y León fp

 

La construcción busca 20.000 trabajadores pero topa con el desinterés juvenil 

Aveco advierte del envejecimiento de las cuadrillas, con un 61,5% de empleados de 40 a 59 años y solo un 9,1% con menos de 29 Sábado, 25 febrero 2023, 00:12 

El sector de la construcción en Castilla y León necesita 20.000 trabajadores para los próximos cuatro años, 4.000 de ellos, tan solo para edificar en Valladolid. Es la actividad constructiva la que más ha crecido en empleo desde que estalló la burbuja inmobiliaria en 2008 y demanda gente para las nuevas promociones pero, sin embargo, no logra rejuvenecer las cuadrillas, en un 61,5% integradas por personas del grupo de edad de 40 a 59 años y tan solo el 9,1% de menores de 29 años.

 «Los jóvenes no quieren entrar en el sector, no les resulta atractivo. Se encuentran mejor en una cafetería o de mozo de almacén que trabajando a la intemperie. La gente pierde de vista el futuro y solo ve el presente, es un mal generalizado en nuestra sociedad», señala el presidente de CNC Valladolid Aveco, Alberto López Soto. «Ni siquiera se valora que la formación es gratuita, tampoco que se cobra un buen sueldo ni la proyección profesional que pueden alcanzar en solo tres años. No encuentras gente que quiera trabajar en las obras», se lamenta. Un trabajador del sector que vaya escalando en especialización puede pasar a cobrar, en tres años, de 1.000 a 2.500 euros mensuales Hay trabajo y lo va a haber en los próximos años, vaticina López Soto. Un trabajo que, además, está un 30% mejor pagado que en muchos sectores y, además, subraya el representante de la patronal vallisoletana, «aunque la formación es gratuita, nos las vemos y nos las deseamos para llenar los cursos de albañil, soldador o de especialista en hormigón y estructuras». El salario más bajo, para una persona que comienza a trabajar, como el de un auxiliar técnico de obra, está entre los 1.000 y los 1.200 euros, pero en tres años, a medida que va escalando en especialización, puede llegar a cobrar 2.500 euros mensuales, «e incluso, ponerse por su cuenta».

 Destaca que en la pandemia, e incluso durante la crisis, a los maestros albañiles no les ha faltado el trabajo. Por no hablar de fontaneros, electricistas o especialistas en el manejo de grúas, unos trabajos muy cotizados. Los talleres formativos en Valladolid y Burgos no se llenan La gerente de la Fundación Laboral de la Construcción de Castilla y León, Pilar Cordero Maestre, corrobora esta «falta de atractivo» para los jóvenes, a pesar del alto índice de desempleo que soportan. Incluso aunque sea gratis formarse en los oficios que demanda un sector que, aunque todavía se resiente de la crisis de 2008 y del parón de la pandemia de coronavirus, está comenzando a reactivarse a buen paso como se aprecia a simple vista con promociones durante años encalladas, como las de la Ciudad de la Comunicación, en Valladolid. «Tenemos una oferta abierta hace meses para talleres en Valladolid y Burgos y estamos recibiendo muy pocas solicitudes, aunque es cierto que todavía no se ha puesto fecha de inicio a estos cursos», explica la responsable de la fundación. Pone como ejemplo que actualmente tienen un proyecto piloto de formación para la reforma de cuartos de baño que es de ocho alumnos y les ha costado llenar las plazas. En Valladolid, Fundación Laboral tiene un portal de empleo propio y hay 135 vacantes vinculadas a la construcción «que no se cubren», reconoce Pilar Cordero. 

Esta falta de mano de obra es considerada por Aveco un problema que quebranta más al sector, incluso, que la escasez de suministros derivada de la guerra de Ucrania y la subida de precios «larvada» durante la pandemia. Pero ¿cómo están solventando en el sector esta escasez de personal en las obras? «Pues tirando de la gente que hay, pagando más horas a los que están, contratando a empresas o particulares que hagan el trabajo». También han intentado los empresarios hacer contratos a extranjeros para que vengan a trabajar a España, pero ese intento de cupo experimental ha fracasado antes de nacer porque se han opuesto desde los sindicatos. «Argumentan que habiendo aquí tanto parado que cómo vamos a traer gente de fuera, pero lo cierto es que aquí no quieren trabajar y las casas solas no se hacen», remacha López Soto. 

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