El lenguaje tiene como función principal comunicar. Sin embargo, dependiendo de cuál sea la intención y la forma que adquiere aquello que se quiere transmitir, podemos distinguir seis funciones del lenguaje:
1. Función referencial o informativa. Se usa para transmitir información de la manera más precisa posible sobre elementos que están fuera del discurso. Su finalidad puede ser comunicar un conocimiento comprobable, relatar eventos objetivos, constatar el estado de algo, hablar sobre las personas y los elementos que nos rodean, referirnos a hechos de la realidad, entre otras. Suele aparecer en contextos informativos, científicos, de divulgación, y en todos aquellos donde el objetivo principal sea la transmisión de información. Por ejemplo:
Está saliendo el sol.
La capital de España es Madrid.
El hecho fue calificado por los expertos como una tragedia.
Descubrió un tesoro enterrado en el jardín.
Iremos de vacaciones a la playa.
2. Función expresiva o emotiva. Se centra en transmitir emociones, sensaciones, estados de ánimo, deseos. Se usa cuando nos valemos de expresiones con un sentido no literal, cuando expresamos nuestros sentimientos, comunicamos dolores, preferencias, intereses, opiniones y demás. Si bien estos enunciados pueden contener elementos referenciales, prima en ellos la subjetividad y la expresión de la emotividad del emisor. Por ejemplo:
¡Ay, me martillé un dedo!
Te quiero mucho.
Estoy muy triste.
¡Qué pena!
Me alegra mucho verte.
3. Función apelativa. Se centra en el receptor, dado que el objetivo es transmitir una instrucción, una pregunta, un pedido, una orden o algo que espera algún tipo de respuesta por parte del o los interlocutores. Podemos encontrar esta función en nuestra vida cotidiana, pero también es muy frecuente en la publicidad y en la propaganda política. Por ejemplo:
Cierra la ventana.
¿Me puedes escuchar, por favor?
Vote a nuestro candidato.
Por favor, ayúdame con las maletas.
¡Mira eso!
4. Función metalingüística. Se usa para referirse a los elementos propios del lenguaje. Podemos reconocerla cuando hablamos del significado de una palabra, cuando nos explican algún tema vinculado con la lengua, con el sentido de un término en un contexto particular, con las reglas de pronunciación, etc. Por ejemplo:
Las palabras agudas se acentúan en la última sílaba.
El término "joven" es sinónimo de "mozo".
¿Cuál es el significado de "sin embargo"?
"Correr" es un verbo en infinitivo.
La palabra "casa" es un sustantivo común.
5. Función poética o estética. Se centra en el mensaje mismo, ya que utiliza el lenguaje con fines contemplativos, reflexivos o estéticos. Presta especial atención a la forma que adopta el mensaje y suele utilizar figuras retóricas. Podemos reconocerla en los textos literarios, en los poemas, en los trabalenguas y en algunos giros populares. Por ejemplo:
Tus labios de rubí me tienen embelesado.
En la noche / solo vemos / estrellas danzantes.
En casa de herrero, cuchillo de palo.
Tres tristes tigres comían trigo en un trigal.
Las aves surcan los cielos como si fueran cometas.
6. Función fática o relacional. Aparece cuando el emisor busca corroborar si la comunicación se está trasmitiendo de manera correcta y fluida, es decir que sirve para validar el canal comunicativo entre los interlocutores. La podemos reconocer cuando nos referimos directamente al canal de la comunicación, cuando comprobamos si nos están oyendo, y también en la apertura y el cierre de las conversaciones. Por ejemplo:
¿Se oye bien desde el fondo?
Hola, ¿hay alguien ahí?
¿Entendido?
Hasta luego.
Claro, comprendo.
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